El encuentro en grupo nos recuerda cómo el hombre se encuentra siempre en relación con los demás, cómo entender la concepción del hombre «como ser en el mundo con los demás».

Los otros, también llamados grupo, amplían la perspectiva del propio ser, la amplifican y nos ayudan a darnos cuenta de ella. La experiencia en grupo promueve una mayor consciencia de nuestra forma de relacionarnos, al mismo tiempo que invita a la reflexión, profundización, exploración, análisis, al reconocimiento de mí… porque cuando escucho al otro, escucho algo que me pertenece.